México cumple doscientos años de ser una nación libre e independiente, por muchos años, mexicanos dieron sus vidas por el ideal de un país mejor, un lugar en el que sus voces fueran escuchadas y la justicia e igualdad social fueran las bases para crear el futuro. Doscientos arduos años desde que los mexicanos fueron liberados de los lastres de la conquista, dándoles autonomía y libertad para crear sus propias leyes e instituciones, para administrar sus propios recursos y territorio, para salir adelante con su identidad única y mezcla de culturas, para convertirse en una joya de Latinoamérica, para portar el verde, blanco y rojo con la grandeza de los héroes nacionales, y el águila que devora a la serpiente como a sus raíces precolombinas, que hacen recordar la gloria de la cual proviene; Cuando escuchamos todo esto nos sentimos orgullosos como mexicanos, alzamos la cabeza viendo al horizonte y solemnes, saludamos a nuestros símbolos patrios, pero la realidad es que la mayor parte del tiempo, al ver las noticias del día a día, preferimos meter la cabeza debajo de la mesa y la cola entre las patas, pues nos damos cuenta que todo lo mencionado anteriormente sobre nuestra gloriosa nación suena a cuento de hadas, porque efectivamente, y hasta cierto punto, lo es.
La inseguridad, el narcotráfico, la corrupción, la ridícula y pésima forma de gobernar en nuestros supuestos líderes, nos dan una pista de todo aquello que podría hacernos sentir vergüenza por nuestro país, ¿Cómo fue que todo acabó como está?, Es una pregunta que todos los días me formulo, ¿Cómo fue que pasamos del histórico, heroico y patriótico grito de dolores, a las balaceras y matanzas que se viven todos los días en la guerra contra el narco tráfico? Algunas respuestas me han surgido, respuestas que me llevan a conclusiones muy mías, las cuales hoy como mexicano y como ser humano que soy, estoy dispuesto a compartir.
Para empezar me gustaría abordar el tema del nacionalismo mexicano, aunque para muchos muy pobre en nuestro país, el patriotismo siempre ha sido una herramienta que el gobierno ha utilizado para lograr determinados cometidos. Si quieres mover a todo un país, primero tienes que lograr que se identifiquen con algo. Durante mis estudios en la primaria, siempre encontré los libros de texto de historia algo románticos, después fui entendiendo la razón por la cual la editorial de estos libros siempre era gratuita, y por parte de nuestra excelsa Secretaría de Educación Pública. Al tener acceso a otros historiadores que se habían librado de la mano editorial del gobierno, me di cuenta de la falacia educativa en la que vivía la mayoría del país en cuanto a historia nacional. ¿Qué tiene esto que ver con la situación actual del país?, es muy sencillo, existen en este asunto dos conclusiones importantes:
1. Si el gobierno es capaz de corromper no solo la educación de todo el país, sino la historia misma, entonces ¿Qué nos dice que no corromperán todas y cada una de las instituciones y leyes sobre las cuales descansa nuestra nación?
2. Y que la prioridad principal de nuestros grandes héroes nacionales, no era en realidad la nación, todos y cada uno de ellos, al igual que nosotros, perseguía ideales individuales, realización y bienestar personal, el cual a su vez podía o no beneficiar a un grupo determinado. Para ser objetivos y directos, digamos que cuando nuestros héroes nacionales tomaban una decisión determinante, lo último que pasaba por su cabeza era México. No estoy diciendo con esto que los héroes nacionales no deberían ser llamados así, o que sean una vergüenza para el país, sólo hago notar que las cosas son como son, que ocultar la verdad, no sólo en la historia, sino en cualquier otro aspecto, es el primer indicio de manipulación y supresión de la libertad de una persona. Para poder crecer como sociedad debemos buscar la verdad, y la verdad nos hará libres, porque esa es la única forma de atacar un problema, conociéndolo como realmente es. Hace falta ser apenas un poco racional para ver todo esto.
Partiendo de las anteriores conclusiones y ahora sí, usando un poco más la cabeza, el panorama se ve bastante distinto. Resultaría imposible perseguir los intereses de toda una nación, ya que una nación es una entidad muy grande, que está formada por muchos individuos que provienen de estratos sociales muy diversos y con intereses muy distintos unos de otros, esto es algo que sucede en México y que ha sucedido toda la vida. Una nación tomará la dirección que los miembros más poderosos de la misma deseen, y a su vez la humanidad en general, tomará la dirección que las naciones más poderosas deseen. La triste realidad, es que bajo estos términos podemos definir qué tan libres somos. El rumbo que los poderosos toman, rara vez suele ser el de la libertad.
Poderoso caballero es Don dinero, pues en él radica el poder de la actualidad. Ya no son los gobiernos los que llevan las riendas de la sociedad, sino las grandes corporaciones junto con las diferentes entidades bancarias, por lo tanto, si somos lo suficientemente curiosos, sabríamos que resulta inútil culpar al gobierno por las desgracias que pudieran sucedernos hoy como mexicanos. Las cosas no funcionan como se supone que debieran funcionar, las decisiones de muchos jefes de estado, en muchos países alrededor del mundo, se ven fuertemente influenciadas por corporaciones que tienen determinados intereses, así que aquellas decisiones que afectan a la población de un país, son indirectamente tomadas por empresarios, quienes lo último que buscan es la libertad y bienestar social.
Aplicando estas bases al sector turismo, mucho de lo malo que sucede empieza a tener sentido. Se podrán realizar miles de proyectos de desarrollo turístico integral, se podrán hacer muy buenas planeaciones, que estén diseñadas para un desarrollo totalmente sustentable de los destinos, pero se quedarán siempre en papel. En la realidad todo el enfoque tendrá que cambiar, porque las prioridades de aquellos que tienen el poder, (irracionalmente) están muy alejadas de la sustentabilidad.
Vivimos una versión moderna de la esclavitud que existió en la colonia española, nuestros niños aprenden en las escuelas lo que a fin de cuentas le conviene a las corporaciones. Así como los indígenas fueron introducidos a la fuerza al catolicismo por la corona española, así nuestra población es moldeada para ser manipulable, para hacer de cada mexicano, un pésimo ser humano y un excelente consumidor, para que sin importar si es sicario, secuestrador, diputado o indigente, cumpla su trabajo ciudadano de tener el sistema económico activo, el dinero en movimiento, para así lograr que los ricos sean igualmente ricos, y los pobres eternamente esclavizados.
En conclusión, el gobierno es simplemente una máscara del poder que representa nuestra libertad. Es siempre muy emotivo hablar patrióticamente sobre nuestra independencia o sobre el romanticismo de la idea de una Nación, sin embargo no es ahí donde radica la solución. Tenemos que ser menos románticos y más racionales. No encontraremos la solución como mexicanos, sino como seres humanos. Los elementos que actualmente nos despojan de nuestra libertad, son los mismos que esclavizan al resto de la humanidad. Basta de percibirnos como entidades individuales, todos los seres humanos tenemos las mismas necesidades, somos una especie de animales racionales, perseguidos por la responsabilidad que nos otorga esta rápida evolución. Debemos encontrar una nueva forma de crear soluciones, esa es nuestra mayor facultad como especie, la creatividad. Debemos basar estas soluciones en factores científicos, antropológicos y biológicos, no en leyes e instituciones corruptibles. El sistema actual dejó de funcionar hace ya mucho tiempo, y es urgente un cambio, una reforma total. Debe haber una forma en la que todos podamos ser libres, libres de tener algo nutritivo que comer todos los días, de tener un lugar digno donde habitar y compartir con nuestros seres queridos, libres de saber la verdad, de estudiar y desarrollarnos plenamente como seres humanos, libres de vivir. Los enfrentamientos armados no son ni fueron la solución para esto, creo que como homo sapiens, supuestamente los seres más consientes que han pisado esta tierra, podemos concebir una mejor idea que matarnos los unos a los otros, arrasando con todo lo que nos rodea y nos da la vida.
Pueden llamarme anarquista o rojo irremediable, para mí son puros conceptos. Yo únicamente me considero un ser humano que quiere y busca realmente la libertad.
-Fernando Cobos-
pepe, muchisimas felicidades, en verdad tu manera de escribir inspira a muchos, o al menos a mi si, sigue así! (: muy interesante tu punto de vista de este país tan rico y a la vez tan pobre
ResponderEliminarMás alla del romantisismo del que hablas, creo que la gran mayoria de los "mexicanos" sufre de imitación constante y tienen una gran falta de identidad, esto debido como ya lo mencionabas a la ignorancia de la historia. Apesar de que ya no se use el termino "esclavo", seguimos en las mismas. Como una vez lo platicamos una de las primicias para este país deberia ser un buen sistema educativo.
ResponderEliminarMuy bueno, saludos Cobitos.